miércoles, 6 de febrero de 2008


La Fiebre Amarilla

Todo empezó por la curiosidad, ¿o tendría que llamarlo ociosidad?
Era una linda mañana, los pajarillos cantaban y me encontraba frente a mi computador; a punto de comenzar mi monótona rutina de trabajo. De repente me vino a la mente, como un relámpago: el recuerdo de aquellas paletas de caramelo sabor piña con chile que había comprado la tarde anterior. He de confesar que no soy fanática de los caramelos y demás golosinas, pero de vez en cuando me doy el gusto de comerme algunos de ellos.
¿En qué estábamos? ¡Ah si! En las paletitas. Me disponía a abrir una de ellas cuando me detuve a mirar la envoltura. Se podía apreciar a una súper piña voladora, con gafas, capa y un mohicano (¿desde cuándo tienen pelo las piñas?) dispuesta a ser devorada por cualquier chamaco deseoso de un poco de azúcar.
En letras pequeñas, como siempre, se encontraban los ingredientes de mi deliciosa súper piña. Y es que en realidad, los ingredientes de mi ingesta diaria (llámese alimentos chatarra y demás) era algo que me tenía sin cuidado, y que solamente leía cuando el ocio se apoderaba de mí y no había algo mas cerca digno de ser leído.
Mi gran lectura empezó, un merequetengue de ingredientes desconocidos para mi: azúcar, glucosa, ácido cítrico (…) saborizante y colorante artificiales (TARTRAZINA o amarillo 5, azul brillante, etc.). Lógico, ¿verdad? Tenía que contener un colorante artificial color amarillo ya que este era el color que predominaba en toda mi paleta, pero ¿Por qué la Tartrazina estaba escrita en mayúscula? ¿Por qué la advertencia de sus reacciones alérgicas? ¿Cómo se si soy alérgica a algo que no conozco?
Pues ahí me tienen, que ante la gran duda y curiosidad de conocer a la gran señora Tartrazina, me lancé al ciberespacio en busca de algo sobre ella. De mi gran búsqueda logré obtener algo de información, bueno al menos la suficiente como para alterar mis sentidos. Resulta que la señora Tartrazina (tartracina o amarillo 5), no era tan señora, sino un señor. Es un colorante artificial ampliamente utilizado en la industria alimenticia, también en la de las medicinas, drogas y cosméticos. Es familiar de los colorantes azoicos (los que contienen el grupo azo −N=N−). Cuando la mezclamos con otros colorantes como el Azul Brillante (E133) o el Verde S (E142) podemos diversas tonalidades verduscas.
Es algo conflictivo (el señor amarillo), ya que es incompatible con la lactosa y con el ácido ascórbico.
Luego me entero que con nuestras células se lleva tan bien que absorben la tartracina, tanto que no pueden desecharla, es por eso que se va acumulando lentamente a nivel celular y puede llegar a producir cáncer. Igualmente está relacionada con un gran porcentaje de los casos de síndrome de ADHD (hiperactividad) en los niños.
¿Qué les parece? Increíble ¿no es así? Ahora entiendo muchas cosas, me pregunto otras y me sorprende una más. Primero: ya veo porqué cada día hay más personas enfermas de cáncer y a su vez más jóvenes también. También me explico el porque de la exagerada energía de mis pequeños vecinos, y su adicción a las paletas. Ahora me pregunto: ¿Por qué si es tan mal aún no han hecho nada para prohibirla? Solamente Noruega lo ha hecho y otros países simplemente han obligado a los fabricantes, colocar en su etiqueta el contenido de dicho colorante y así dejar a la elección del consumidor su uso. Claro, que como no conocemos sus consecuencias y la mayoría de las veces no nos tomamos la molestia de leer la etiqueta, seguimos consumiéndola día a día.
Un día después, decidí ir al “súper” a realizar las compras correspondientes; y cual fue mi sorpresa al darme cuenta que la mayoría de los productos que pretendía comprar eran color amarillo, o verdes. Y peor aún, leyendo las etiquetas ahí se encontraba ese nombre, ese que no quería ver: Tartrazina o amarillo 5. No sólo los caramelos, sino cereales, refrescos en polvo, refrescos líquidos, papás y frituras, champús, maquillajes y cosméticos, medicinas y mil cosas más.
Que alguien me explique entonces, si el famoso amarillo es incompatible con la lactosa y el ácido ascórbico (vitamina C), como puede ser entonces que muchos de los alimentos color amarillo contengan también alguno de éstos. ¡Por Dios! ¿Qué basura he estado consumiendo hasta entonces?
Desde entonces he dejado todo eso, ya bajé 6 kilos, no me maquillo, no como cereal, no uso champú color amarillo, tengo miedo a enfermarme, no tomo cualquier refresco aunque muera de sed y todas las noches sueño que un colorante azoico llamado amarillo no. 5 me persigue en un mundo lleno de colores.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola amiwis.... me parece perfecto que estes realizando uno de tus seños, escribir, recuerda que día a día uno debe perseguirlos (a los sueños eh...) te felicito por escribir cosas tan interesantes, sigue adelante y cuentas con todo mi apoyo, te quiero mucho... Marilu

wilberth herrera dijo...

Hola , mi querida laurita. muy buen artículo.
Me parece muy bien que se evite tales cosas, como el amarillo 5. Sólo espero que no te caiga una maldición y te cases con un chino.
Un ssaludo.
Estaremos pendientes de lo que escribes ¿Okk?

Anónimo dijo...

hola laurita, me parece muy interesante tu articulo, sin duda tienes mucha facilidad para escribir, me encanto el tema de la tartrazina, evitare comer tales cosas, en fin sigue con tus proyectos, en realidad son muy buenos.,te mando un beso enorme.

Daniel.

JOTAEME dijo...

jajaja... no mames Tartrazina nº 5. Me encanta su nombre suena a algo asi como una patada voladora que haría tarzan el principe de los monos ya sabes "tarzanina"... Pero ya en serio, si realmente conocieramos la cantidad de basura que nos empacamos diarimente UUUUUUUUUUUUUUh estariemos flacos, flacos. El punto es que yo espero que nuestro cuerpo mute y se haga inmune a toda esta barbarie comercial... porque que ricos los tuikies, la fanta, los doritos nachos, los chetoos... ommmmmmmmmmm cosas sagradas de nuestro "Homero" interior.

PD. Buen blog mi querida Trujipollo, espero que este hayas mas posts como este... no como el pinche "mono" de los huevos de oro.

Flor De anda dijo...

Qué onda Laura! Si hace daño seguro lo inventaron los chinos. Yo me preguntaba por qué la gente después del carnaval quedaba como idiotizada, y creí haber encontrado la respuesta en la cerveza. Ahora me doy cuenta que no es así, y que mucho de ello tiene que ver con el reparto indiscriminado que se hace de esas paletitas en dicho evento.Pero bueno, por un pequeño placer como èse vale correr el riesgo.

Te mando un saludo y me da muchísimo gusto que te hayas animado a seguir escribiendo.

Welcome to the Moulin Rouge!

Anónimo dijo...

hola..
laurita..!!
fijat q me parecio muy interesant..
ehh!!
y apart me gusto la forma como lo redactast!!
jeje..
bueno
bueno..
spero y sigas asi..
y algun dia vendas muxos libros..
ehh!!
peo a mi me los vas regalar..
vdd???
jaja..
bueno me voy sin antes deseart..
muxo exito..
mua!!


xD

Eduardo Huchin dijo...

También en cereales para el desayuno? Vaya, Wilberth podría escribir una sección llamada "I wanna be Corn".
Qué gusto que tengas un blog. Un saludo.

Anónimo dijo...

Hoy en dia es importante conocer a ciencia cierta lo que nos llevamos a la boca, no vaya ser que nos traiga consecuencias tragicas como a fabiruchis. Muy entretenido y reflexivo tu texto. felicidades. atte: Benji

Anónimo dijo...

Mussgo was here¡¡¡

Mussgo